1- Esta noticia me genera mucho escepticismo y son de las muchas que venden humo y que luego no prosperan.
2- Está claro que un perro es capaz de detectar cualquier sustancia que huela. El perro dispone de 100 a 300 millones de células olfatorias frente al humano que solo dispone de 10 a 20 millones. Por ejemplo: Se ponen 2 recipientes con 1000 l de agua y a uno le echamos 1kg de sal (prácticamente inodora/inolora) y un perro, debidamente condicionado, lo puede detectar sin problemas. Es fácil, enseñar a un perro a discriminar entre 1kg de sal o ausencia de sal, pero a lo mejor no es tan fácil enseñarle a discriminar entre 10gr o 0,2gr de sal, o a lo mejor resulta imposible esta discriminación.
3- El problema está en las variables que afectan al posible entrenamiento o condicionamiento de los perros que pretendemos que sean capaces de detectar el COVID19.
4- Supongamos que las personas asintomáticas con COVID 19 huelen diferente que las que no lo tienen, y que ese olor es único, es decir no es igual al de otros COVID o al mismo virus de la gripe u otras enfermedades víricas. No olvidemos que los virus son genes (ADN o ARN) rodeados de proteínas , son acelulares, por lo tanto no son “bichos” o animales unicelulares. Por lo tanto debemos aislar ese virus y comprobar que el olor que emite su contenido es diferente y único.
Esto solo lo podemos probar con un perro, ya que no se han inventado olfatos electrónicos efectivos que nos permitan comprobar a que huele algo, o quizás podemos inducirlo por la composición biológica del virus, con todos los aspectos de seguridad que se derivan al respecto y con los riesgos que esto tiene.
5- Todo este tipo de entrenamiento con los perros o pruebas de discriminación, se deben hacer en un escenario seguro y controlado (hospitales, centros de investigación) y manejando muestras de COVID con seguridad y sin contaminación. Además, la carga viral debe ser examinada previamente, para poder saber cuál es la mínima necesaria para que un perro pudiera detectarla, como en el ejemplo de la Sal del punto 1. Todo esto convierte a este entrenamiento en casi imposible de realizar con control y seguridad.
6- Supongamos que un organismo nos autoriza a una investigación en laboratorio y se confirma que un perro es capaz de discriminar una muestra de un asintomático y de un sintomático de COVID19, frente a un grupo control (de individuos sanos) y frente a otras muestras de individuos contagiados de otros coronavirus y de la gripe A y B . ¡Mucho suponer! Entonces tras un larguísimo periodo de investigación podríamos empezar a trabajar con los perros
7-Los que dicen que están preparando estos perros, hablan que lo hacen con muestras de suero o con algodones en las axilas a través del sudor. Pero lo primero, sería comprobar que se pueden extrapolar los resultados de las muestras a la presencia de COVID19 en las personas. Es decir, ¿La muestra de COVID19 huele igual también en el sudor de la persona que lo padece? Y ¿La muestra de otros coronavirus, catarros o gripes huelen diferente a las muestras de COVID19? Esto solo se puede saber a través de los perros que deben discriminar, por ejemplo de entre 1.250 algodones: 250 con PCR+ asintomáticos, 250 con PCR+ sintomáticos, 250 sanos con PCR- e IgG – ( ya que si la IgG es + estos individuos han tenido contacto con el virus, pero en teoría han desarrollado anticuerpos), 250 con virus de la gripe A o B y por último otros 250 con otros coronavirus diferentes.
8- A partir de aquí, si todo esto es pasa por un riguroso estudio experimental y vemos que los perros discriminan específicamente el COVI19, procederemos a entrenar al perro después de un arduo trabajo de meses de entrenamiento. El entrenamiento comienza poniendo al perro en actitud de búsqueda, es decir, un perro no puede estar 24 horas en actitud de buscar, necesita que se le active pasa un determinado tiempo, como pasa con cualquier perro detector de drogas, explosivos o dinero….
9- Una vez que el perro detecta a la persona o el algodón con COVID 19, tendremos que confirmar al perro inmediatamente con un premio (si no queremos que el condicionamiento se extinga) y esto se debe hacerse en el momento de la detección y al mismo tiempo confirmar con un test rápido, (que tardaría unos minutos) y que puede que no de positivo (por el tiempo de incubación o por % de fiabilidad del mismo).
10- No olvidemos que el perro ha podido “engañarnos” y marcar un falso positivo. Entonces, que hacemos ¿Premiamos al perro o esperamos a que esté el resultado? Llegado ese momento ya es tarde , ya que la capacidad de asociación de un perro es de un máximo unos 6 segundos y el reforzamiento de la conducta (el premio) debe ser contingente a la detección, algo imprescindible para aprender, y esto se habría perdido en el tiempo…..
11- Ahora intentemos llevar esto al ejemplo de los que hablan de poder ser utilizados en las puertas de los restaurantes, aeropuertos… El perro o perros deberán inspeccionar a las personas o los algodones de las personas y los guías deben confirmar a los perros inmediatamente en ¿función de qué?, ya que los sanitarios aún no lo han podido confirmar con los tests!!!!!!!. ¿Debemos suponer entonces que el perro está suficientemente entrenado y no falla?
8- Imaginémonos que el perro se equivoca con la detección, esto pasa con cualquier perro detector de cualquiera de otras sustancias que huelen mucho más (Cocaína, tinta de dinero, marihuana, petróleos, trufas…), Según protocolo, deberíamos entonces entrar con otro perro para confirmar, ¿Y si el otro perro no marca al individuo como positivo? Entonces ¿Es que el primer perro perro se equivocó? y lo más importante, ¿A cuál de los dos perros premiamos o dejamos de premiar en el momento, para que el condicionamiento no se pierda (no se extinga) y puedan seguir detectando?
9- Son muchas las noticias similares o referentes a los otros perros que detectan el cáncer de colon a través de las heces de los pacientes….¡Esto vende bastante y hay mucho humo al respecto!. ¿Cuántos perros a día de hoy se encuentran trabajando en hospitales de forma eficaz y eficiente detectando Cáncer?. Seguro que determinado artículo publicado dice que determinado hospital lo hace …… ¡Llevamos 20 años hablando de esto y todavía no he visto ningún hospital que para ver si hay cáncer de Colon utilicen a un perro. Sobre todo porque hay pruebas clínicas mucho más eficaces que lo detectan con precisión, entonces…. ¿Para que un perro?
En definitiva, mientras existan pruebas diagnósticas que detecten de forma fiable con porcentajes de a partir de un 90%, lo del perro se queda para vender una noticia bonita, sorprendente o quizás dar nombre o prestigio a un Laboratorio, una Universidad, un gobierno o a un sinvergüenza, pero en nada más.
El perro detector acabará cuando el ser humano sea capaz de crear de forma eficáz un hocico electrónico, pero de momento seguirá siendo útil cuando le pidamos detectar cosas que un ser humano no puede hacerlo con pruebas químicas o bioquímicas rápidas, por ejemplo drogas, explosivos, dinero, acelerantes del fuego, trufas etc . Y siempre con las posibilidades de poner en práctica los entrenamientos con fiabilidad, eficacia y eficiencia.
¡Quedamos en octubre del 2021 y veremos donde estarán todos estos perros! O quedaré retratado!